Hoy por la
mañana he tenido un flashback, o un déjà vu, o ambos al mismo tiempo. La
historia comienza hace más de 10 años, cuando era residente en el hospital. Teníamos un paciente que ingresaba muchas
veces por distintos motivos y siempre venía acompañado de su novia. Realmente,
la que parecía que estaba ingresada era ella, ya que se ponía pijama por la
noche, nos pedía un vasito de leche y un orfidal para dormir mejor, y llamaba
al timbre de las enfermeras más veces que su novio. La justificación siempre
era la misma: “es que estoy embarazada, ¿sabes?”. Un día que estaba de guardia,
me pidió si le daba un bocadillo porque estaba embarazada, su novio estaba mal
y no podía ir a comprarse uno por no dejarlo solo. Yo no le notaba nada que
revelase un embarazo oculto, pero tampoco tenía motivos para dudar. Así que bajé al comedor de guardia, cogí un bocadillo de queso de los que
se comían los traumatólogos y los cirujanos por la noche cuando salían de algún
quirófano urgente a horas intempestivas y se lo subí. Cuando me dijo que el
queso no le gustaba y que lo prefería de chorizo, empecé a sospechar que igual
me estaba tomando el pelo, lo cual me confirmaron las enfermeras que ya la
conocían de otros ingresos. Con el paso de los
días me fui dando cuenta de que pedía el bocadillo casi todos los días, dinero
para el autobús, pasta de dientes, un peine… y todo con la misma excusa: “es
que estoy embarazada, ¿sabes?”. Supongo que no tenía dinero para comprarse nada
y así iba apañando. Todos le echábamos una mano, aunque sabíamos que lo del
embarazo era un camelo. Y si era verdad, el suyo estaba siendo uno de los
embarazos más largos de la historia de la medicina: duró los seis años que
trabajé en ese hospital y nunca ingresó para dar a luz. No sé si el novio se creía lo del embarazo porque el pobre no estaba para muchas florituras.
El caso es que hoy por la mañana fui a
arreglar unos papeles a un organismo oficial y en mi fila, aunque mucho más atrás, me
pareció observar una cara conocida. Cuando estaba pensando de qué la conocía, veo que se me acerca y oigo una
voz que me dice:
- ¿Me dejas pasar antes que tú? Es que estoy embarazada, ¿sabes?...
- ¿Me dejas pasar antes que tú? Es que estoy embarazada, ¿sabes?...
Allí estaba
ella, diez años después todavía embarazada(sin barriga, por supuesto). Parece
que estamos ante un caso de record Ginness: "el embarazo más largo de la
historia”.